Existen muchas cualidades que la gran mayoría desearíamos tener, tanto a nivel personal y a nivel organizacional.
Muchas incluso están de moda: liderazgo, motivación, colaboración, empoderamiento, creatividad, comunicación asertiva, etc.
Y aunque comprendemos intelectualmente lo que cada una de ellas significa, casi nadie tiene una fórmula práctica para lograr cualquiera de ellas.
Por un lado, existen casos en los que las cualidades están presentes, pero no sabemos exactamente porqué, y, por otro, están los casos en los que no importa cuánto hagamos, hablemos o intentemos, las cualidades deseadas se escapan de nuestro alcance.
Entonces,
¿Será posible promover la motivación?
¿Hay condiciones que facilitan la creatividad?
¿Existen prerrequisitos para el liderazgo?
Piense por unos segundos en estas preguntas.
En caso que sus respuestas sean afirmativas, esto implica que ninguna de las cualidades deseables (en su vida u organización) son el resultado del azar.
La pregunta lógica que sigue es,
¿Cómo lograr, entonces, que tales cualidades sean una realidad?
Obviamente hay condiciones específicas para cada una.
Pero de carácter general, es necesario entender que ninguna de las cualidades mencionadas son el resultado lineal o aislado de simples acciones.
Las cualidades como la motivación, el liderazgo o la colaboración son “Cualidades Emergentes”.
Explico.
Cuatro llantas, una batería, un motor y un timón no hacen un automóvil.
Dos pulmones, un cerebro, un corazón y 206 huesos no hacen un cuerpo humano.
Una pantalla, un teclado, un mouse y un disco duro no hacen una computadora.
La integración de las diferentes partes, componentes o funciones, crea un sistema emergente.
En donde el sistema emergente es más que la suma de sus partes.
(Pero imposible sin la suma de sus partes).
Por lo que la presencia o ausencia de cualidades emergentes -como la motivación, el liderazgo o la colaboración- depende del funcionamiento global de un sistema.
En este caso, un sistema organizacional.
El sistema de su empresa.
(O de su vida).
Prácticamente todas las teorías y prácticas gerenciales, organizacionales o de management, buscan generar cualidades emergentes mediante un enfoque independiente -no sistémico.
Sin entender de manera sistémica a su organización, será difícil o imposible desarrollar, predecir y mantener cualidades como la motivación, el liderazgo o la colaboración en sus equipos de trabajo.
Por lo que la solución radica en evaluar, entender y abordar su empresa, su vida o su organización desde una perspectiva sistémica.
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